Archivos para noviembre, 2012

La Noche de la Ánimas

Publicado: noviembre 24, 2012 en La noche de las ánimas

La Iglesia católica celebra  el día 2 de noviembre, el Día de los Difuntos, festividad desconocida para muchos y en la que  los fieles  cristianos rezan por aquellos que, habiendo fallecido sin pecados, aún se encuentran en el purgatorio y para que lleguen pronto al cielo.

El Día de todos los Santos se celebra el 1 de noviembre y se instituyó   en honor de todos los Santos, conocidos y desconocidos, y que  después de haber muerto, ya han alcanzado el cielo.

El Día  de Todos los Santos y el Día de Difuntos eran fechas clave en el calendario litúrgico. Populares y siempre atractivas por el terror que causaban a las gentes sencillas. Se creía que las Ánimas de los Fieles Difuntos salían en procesión a las doce de la noche del día 1 y se recogían a las doce del día  siguiente.

En la noche de las  Ánimas las gentes mostraban un temor generalizado por las visitas que aquéllas realizaban a sus familiares vivos.

En España y especialmente por nuestra zona, actualmente son  días de animado trajín y de numerosas afluencias a los cementerios, que lucen limpios y cuidados , con flores en las tumbas. Se celebran con cenas y comidas entre familiares y amigos donde se degustan castañas asadas ,boniatos y huesos de santo o panillets , que son dulces pequeños hechos a base de masa de almendras, que en su origen eran repartidos entre los feligreses que se acercaban a rezar en la misa de la noche de difuntos.

La tradición en Candasnos

Hace muchísimos años en Candasnos – nos cuentan Carmela y MaríaTurmo-la tradición era que la noche del 1 al 2, es decir, “la noche de las almas”, algunos mozos del pueblo pasaban por las casas en busca de comida y bebida. Subían a la torre de la iglesia  y allí pasaban toda la noche tocando las campanas cada hora, bebiendo y comiendo todo lo que habían recogido.

Ese mismo día por la mañana, en el cementerio se celebraba una misa y se rezaban responsos para los difuntos por todos los nichos .Acudían los niños de la escuela acompañados de sus maestros y al finalizar , el sacerdote iba con los que eran monaguillos a la Casa Parroquial y les ofrecía castañas, galletas, panelletes, etc.

La tradición en Aragón
La creencia general era que las ánimas del purgatorio vagaban esa noche en busca del descanso eterno y acudían a nosotros en busca de ayuda, una ayuda que debíamos prestarles a cambio de su intercesión por nosotros para lograr nuestro bien.

Antiguamente durante el día de Todos los Santos y la noche de difuntos las campanas tocaban a muerto y en las casas se rezaba el rosario, se comían frutos secos y se contaban historias de miedo, apariciones y seres sobrenaturales, a veces durante toda la noche.

En las casas y en las iglesias se encendías velas y lamparillas. Se ponían también en las ventanas de las casas.

En el Archivo de Tradición Oral de Aragón encontramos un romance recogido en Tarazona que enseña, por boca del difunto esposo que se dirige a su viuda, algunas de las cosas que se deben hacer para ayudar a las ánimas a alcanzar el descanso eterno y evitar que se enfaden con nosotros: encender luces, rezar, ir a misa y hacer penitencia.

Esposa del corazón,
¿cómo de mi no te acuerdas?
¿cómo no ruegas a Dios
que me saque de estas penas,
oyendo misas cantadas,
rosarios y penitencias?

Los niños vaciaban calabazas por un pequeño agujero hecho en su base, les hacían agujeros con forma de ojos, nariz y boca de aspecto terrorífico y les ponían dentro una vela encendida. Estas calabazas se llevaban en procesión por la noche o se ponían en puertas y ventanas para asustar a la gente. Había alguna persona que se disfrazaba de fantasma y salía a la calle a asustar a la gente. Los más atrevidos apostaban entre ellos quién tendría valor para ir al cementerio a hacer alguna gamberrada. Hoy son los chicos y chicas más jóvenes quienes se disfrazan y recorren las casas pidiendo caramelos y golosinas; aunque esta costumbre es rechazada por quienes creen que es una moda importada de Estados Unidos, en realidad no es más que la adaptación a los tiempos actuales de una antigua tradición nuestra (procedente de los celtas), una parte más de nuestro patrimonio histórico y cultural que, de otra manera, habría desaparecido de nuestra memoria colectiva y con toda probabilidad habría sido sustituido por algún tipo de ceremonial remotamente relacionado con nuestro folklore.

Para terminar: una curiosa tradición del día de Todos los Santos es que, en algunos pueblos, los dueños de las casas alquiladas podían echar a la calle a sus inquilinos.

Mosén Jesús Arnal Pena

Permítaseme, y a modo de reflexión, recordar algunos hechos ocurridos   durante la Guerra Civil Española y contraponerlos a lo ocurrido en otros pueblos de España.

“Cuando los milicianos entraron en el pueblo de Candasnos –situado en la Carretera Nacional II entre Zaragoza y Lérida, y más en concreto entre Bujaraloz y Fraga- el Jefe del Comité Local Revolucionario y de Defensa de Candasnos Timoteo Callén, cuando fue preguntado a quien había que fusilar en el pueblo, contestó sin vacilar: “aquí no hay nadie que tenga que ser fusilado”.

– Y ¿el cura, donde está el cura?

– El cura se ha ido a Zaragoza, fue la respuesta.

 En Candasnos no se fusiló a nadie.

Pero todavía hay más:

Hijo del pueblo había un sacerdote, Jesús Arnal Pena, que estaba de cura en un pueblecito al NE de Graus, en plena montaña, que se llamaba Aguinalíu de la provincia de Huesca. Cuando los milicianos fueron por allí buscando al cura, él se había refugiado ya en la montaña. Desde el pueblo se domina todo el valle y se puede observar quien se acerca por la carretera. Mosén Jesús conocía bien la montaña porque acostumbraba a ir de caza con los vecinos de su parroquia. Allí estuvo refugiado durante mucho tiempo en una de las cuevas inaccesibles e invisibles por la maleza del entorno. Alguien del pueblo le subía de vez en cuando víveres suficientes para subsistir.

Cuando se cansó de estar escondido se decidió a bajar  monte través, siempre caminando por la noche y descansando y escondido por el día, con la idea de llegar hasta su pueblo, Candasnos, y refugiarse en su casa. Y Así fue.

Estuvo escondido en su casa hasta que un día se acercó su paisano y amigo Timoteo Callén que le dijo:

“Mira Jesús, aquí no estás seguro porque ya empieza a correr el rumor de que estás en el pueblo. Por lo que te propongo que esta noche ,con dos más de tu confianza te llevemos hasta Bujaraloz donde Durruti tiene su Cuartel General y está al mando de su columna, la “Columna Durruti”. Es amigo mío y veremos qué podemos hacer…”

Timoteo Callén, anarquista de la F.A.I. y Presidente del Comité local, perteneciente al grupo de Durruti  (amigo suyo desde la infancia), lo tomó bajo su protección e impidió de ese modo que milicianos incontrolados llegados desde Barcelona pudieran poner en peligro su vida. Todo el pueblo unánimemente exigió respetar su vida (Arnal cree que en ese momento se pusieron las bases para que en Candasnos no se asesinara a nadie a lo largo de toda la guerra) y así Callén se armó de razones para enfrentarse a los grupos incontrolados que periódicamente aparecían por el pueblo y que no podían entender ni estaban dispuestos a admitir que el cura del lugar siguiera vivo.

Una vez estuvo frente a Durruti . éste lo miró de arriba a bajo y dijo: “Timoteo si este cura es tu amigo, es mi amigo”. Y dirigiéndose al cura, que naturalmente no llevaba sotana, le espetó: “Jesús, tienes dos opciones: o marcharte y, tarde o temprano, caerás en manos de algún grupo de milicianos, con lo que no te aseguro tu supervivencia, o quedarte conmigo y hacer de secretario. Yo necesito uno que me lleve la relación de todos mis hombres y se encargue de dar los permisos que se requieran para que se ausenten del frente, visiten a sus familias en Barcelona y controle su retorno”.

Todo esto y más lo cuenta el propio Jesús Arnal en el libro de sus memorias “Por qué fui secretario de Durruti”, que escribió cuando volvió a ejercer de sacerdote, una vez terminada la guerra en la Parroquia de Ballobar. Es un libro curioso y sincero que podría servir de síntesis para actitudes que unieran a los dos bandos de la Guerra Civil Española. “Jesús fue humano con los rojos, y por eso Durruti lo preservó aun después de su muerte, pues los de su Columna, por respeto a su Jefe, lo siguieron protegiendo.

Recordemos que Durruti cayó herido el 19 de Noviembre de 1936 en el Frente de Madrid donde el Gobierno Republicano exigió su presencia con  parte de su Columna. Murió el día 20, el mismo día que José Antonio Primo de Rivera fue fusilado. Y fue enterrado en Barcelona el día 21 con todos los honores.

 

 

 Jesús siguió con el resto de la Columna Durruti hasta que Bujaraloz fue tomado por los Nacionales. Se retiró con sus compañeros de la Columna a Barcelona, y después marchó a Francia con los mismos compañeros. Una vez en Francia, y como otros muchos hicieron, se desplazó hasta Hendaya, y por Irún entró nuevamente a España. Del campo de Concentración en Pamplona fue rescatado por sus familiares y llevado a Candasnos. Muchos intercedieron por él hasta que quedó libre plenamente y fue admitido como sacerdote por el Obispado de Lérida.

 

Y Jesús Arnal siguió siendo humano y comprensivo con todos bajo el mando de los Nacionales”. “Y por eso siguió ejerciendo de sacerdote”. “En su relato sobre la guerra, y visto desde su realidad, fue amigo de sus amigos anarquistas, y amigo con sus nuevos feligreses durante el mandato de Franco. No es necesario decir que durante “su jefatura” o su influencia en la Columna, salvó a muchos, y también después como sacerdote intercedió por otros muchos.

Estas palabras pueden servirnos para nuestra reflexión actual. Todos somos iguales como seres humanos.

≡ Nuevo artículo del periódico digital Público 17-7-2016 :El cura que mandaba….