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Mosén Jesús Arnal Pena

Permítaseme, y a modo de reflexión, recordar algunos hechos ocurridos   durante la Guerra Civil Española y contraponerlos a lo ocurrido en otros pueblos de España.

“Cuando los milicianos entraron en el pueblo de Candasnos –situado en la Carretera Nacional II entre Zaragoza y Lérida, y más en concreto entre Bujaraloz y Fraga- el Jefe del Comité Local Revolucionario y de Defensa de Candasnos Timoteo Callén, cuando fue preguntado a quien había que fusilar en el pueblo, contestó sin vacilar: “aquí no hay nadie que tenga que ser fusilado”.

– Y ¿el cura, donde está el cura?

– El cura se ha ido a Zaragoza, fue la respuesta.

 En Candasnos no se fusiló a nadie.

Pero todavía hay más:

Hijo del pueblo había un sacerdote, Jesús Arnal Pena, que estaba de cura en un pueblecito al NE de Graus, en plena montaña, que se llamaba Aguinalíu de la provincia de Huesca. Cuando los milicianos fueron por allí buscando al cura, él se había refugiado ya en la montaña. Desde el pueblo se domina todo el valle y se puede observar quien se acerca por la carretera. Mosén Jesús conocía bien la montaña porque acostumbraba a ir de caza con los vecinos de su parroquia. Allí estuvo refugiado durante mucho tiempo en una de las cuevas inaccesibles e invisibles por la maleza del entorno. Alguien del pueblo le subía de vez en cuando víveres suficientes para subsistir.

Cuando se cansó de estar escondido se decidió a bajar  monte través, siempre caminando por la noche y descansando y escondido por el día, con la idea de llegar hasta su pueblo, Candasnos, y refugiarse en su casa. Y Así fue.

Estuvo escondido en su casa hasta que un día se acercó su paisano y amigo Timoteo Callén que le dijo:

“Mira Jesús, aquí no estás seguro porque ya empieza a correr el rumor de que estás en el pueblo. Por lo que te propongo que esta noche ,con dos más de tu confianza te llevemos hasta Bujaraloz donde Durruti tiene su Cuartel General y está al mando de su columna, la “Columna Durruti”. Es amigo mío y veremos qué podemos hacer…”

Timoteo Callén, anarquista de la F.A.I. y Presidente del Comité local, perteneciente al grupo de Durruti  (amigo suyo desde la infancia), lo tomó bajo su protección e impidió de ese modo que milicianos incontrolados llegados desde Barcelona pudieran poner en peligro su vida. Todo el pueblo unánimemente exigió respetar su vida (Arnal cree que en ese momento se pusieron las bases para que en Candasnos no se asesinara a nadie a lo largo de toda la guerra) y así Callén se armó de razones para enfrentarse a los grupos incontrolados que periódicamente aparecían por el pueblo y que no podían entender ni estaban dispuestos a admitir que el cura del lugar siguiera vivo.

Una vez estuvo frente a Durruti . éste lo miró de arriba a bajo y dijo: “Timoteo si este cura es tu amigo, es mi amigo”. Y dirigiéndose al cura, que naturalmente no llevaba sotana, le espetó: “Jesús, tienes dos opciones: o marcharte y, tarde o temprano, caerás en manos de algún grupo de milicianos, con lo que no te aseguro tu supervivencia, o quedarte conmigo y hacer de secretario. Yo necesito uno que me lleve la relación de todos mis hombres y se encargue de dar los permisos que se requieran para que se ausenten del frente, visiten a sus familias en Barcelona y controle su retorno”.

Todo esto y más lo cuenta el propio Jesús Arnal en el libro de sus memorias “Por qué fui secretario de Durruti”, que escribió cuando volvió a ejercer de sacerdote, una vez terminada la guerra en la Parroquia de Ballobar. Es un libro curioso y sincero que podría servir de síntesis para actitudes que unieran a los dos bandos de la Guerra Civil Española. “Jesús fue humano con los rojos, y por eso Durruti lo preservó aun después de su muerte, pues los de su Columna, por respeto a su Jefe, lo siguieron protegiendo.

Recordemos que Durruti cayó herido el 19 de Noviembre de 1936 en el Frente de Madrid donde el Gobierno Republicano exigió su presencia con  parte de su Columna. Murió el día 20, el mismo día que José Antonio Primo de Rivera fue fusilado. Y fue enterrado en Barcelona el día 21 con todos los honores.

 

 

 Jesús siguió con el resto de la Columna Durruti hasta que Bujaraloz fue tomado por los Nacionales. Se retiró con sus compañeros de la Columna a Barcelona, y después marchó a Francia con los mismos compañeros. Una vez en Francia, y como otros muchos hicieron, se desplazó hasta Hendaya, y por Irún entró nuevamente a España. Del campo de Concentración en Pamplona fue rescatado por sus familiares y llevado a Candasnos. Muchos intercedieron por él hasta que quedó libre plenamente y fue admitido como sacerdote por el Obispado de Lérida.

 

Y Jesús Arnal siguió siendo humano y comprensivo con todos bajo el mando de los Nacionales”. “Y por eso siguió ejerciendo de sacerdote”. “En su relato sobre la guerra, y visto desde su realidad, fue amigo de sus amigos anarquistas, y amigo con sus nuevos feligreses durante el mandato de Franco. No es necesario decir que durante “su jefatura” o su influencia en la Columna, salvó a muchos, y también después como sacerdote intercedió por otros muchos.

Estas palabras pueden servirnos para nuestra reflexión actual. Todos somos iguales como seres humanos.

≡ Nuevo artículo del periódico digital Público 17-7-2016 :El cura que mandaba….

 

(León Anel Sin, uno de los personajes ilustres de Candanos-Huesca)

Candasnos, una de los once pueblos que actualmente constituyen la comarca del Bajo/Baix Cinca, cuenta con una larga lista de personajes que honran esta localidad oscense. Entre ellos: Domingo Sobrarías, Juan A.Comas, Pedro M. de Allué, Pedro Abió, Félix Sasot, Antonio de Allué y Sessé, Antonino J. Ezquerra,  Andrés Callén, Jesús Arnal, José Sampériz y el que sigue:

León Anel Sin nació en la localidad de Candasnos (Huesca) en 19 de febrero de 1804. Su padre don Gregorio Anel Gómez era médico en esta localidad, el cual contrajo matrimonio en la iglesia de Candasnos con doña Vicenta Sin Coronas, natural de Estadilla (Huesca). León iba a ser el menor de seis hermanos, pues su padre murió en 1805, restando la madre viuda en dicha localidad, hasta que falleció en 1834.

El mayor de los hermanos estudió sus primeras letras en Candasnos hasta que atraído por la guerra se hizo militar pasando a Pamplona lugar donde se retiró como comandante de infantería hasta su fallecimiento en 1853.  Su hermano Marcos falleció poco antes de finalizar sus estudios de medicina. Su hermana Antonia, sobrevivió a todos ellos, felizmente casada, restando de por vida en Candasnos.

León Anel Sin pasó a Zaragoza para primeramente Filosofía. En 1826 cursó Estudios de Agricultura y Botánica de la Real Junta de Comercio de Cataluña. En 1827 curso Física y Química, en el colegio de San Victoriano en Barcelona; en 1828 Historia natural en el mismo real colegio, año que completaba sus estudios de Licenciatura en Medicina iniciados en Zaragoza. Pasó a ejercer de médico en su pueblo natal dos años,  para presentarse al Cuerpo Médico de Cirujanos del Ejército.

Casado en 1830 en Barcelona con doña Francisca Malet y Simón, natural de Camprodón (Girona) de quien tendría al menos dos hijos, que mencionaremos.

Obtuvo plaza en Barcelona siendo su primer destino el 22 de febrero de 1832, reasladado a Girona y más tarde a Bailén, hasta obtener el empleo de profesor.

Consta en su brillante hoja de servicios alrededor de sesenta acciones militares, desde la guerra civil de 1837. A este personaje correspondió el diseño de una nueva camilla de guerra, a la que bautizó como “parihuela de campaña” que abandonaba las dos barras hierro y las  maderas como travesaños, por barras de madera menos pesada y tejido resistente entre ambas.

Desde 22 de noviembre de 1858, con empleo de Inspector, participó en la guerra contra el imperio marroquí, en las campañas de 1859, destino acogido con buenos ojos por el ministro de Guerra y teniente general don Leopoldo D’Donnel, conde de Lucena, con quien ya había servido con anterioridad. Acabada la guerra, regresó a Madrid donde recibió la condecoración de manos de la propia reina Isabel II.

Retirado en 1866 al país Vasco, lugar de residencia de su hijo Federico Anel Malet, vivió felizmente con su familia, hasta que vio desaparecer a su esposa en 1874 de una muerte repentina.  Su hija Matilde Anel Malet, nacida en 1805, residente en Madrid, murió atropellada a los 71 años en esta ciudad, en la carrera de San Jerónimo, atropellada por un vehículo. El citado hijo Federico publicó la conocida obrita: “Proyecto de reglamento para la Enseñanza práctica simultánea de la Agricultura en España” (Bilbao, 1881).

Resumiendo los méritos del candasnino don León Anel Sin diremos que fue caballero de la Gran Cruz de la Real orden Americana de Isabel la Católica, comendador de dicha Orden y cuatro veces condecorado con la Cruz de caballero de la reina Isabel, condecorado con las cruces de Bilbao, Mendigorria, Irún y Tales, medalla de África, crus de Epidemias, socio corresponsal de la Acsdemia provicisl de Ciencias y letras de las Islas Baleares, socio del instituto médico valenciano, Inspector del cuerpo médico de Sanidad Militar, Director de Sanidad en el ejército de Africa. Murió en Madrid, el 17 de enero de 1876.